Diez formas de las que puedes ayudar a tus hijos si rompes con tu pareja, es atendiendo a las siguientes pautas en tu comportamiento con ellos:
1. Escúchales y habla sobre el tema.
Suelen necesitar volver sobre el asunto más de una vez. Ten paciencia, y sobre todo trata de convencerles de que no pueden hacer nada para evitar la separación.
2. No alimentes falsas esperanzas de reconciliación.
3. No te canses de trabajar en favor del respeto y el amor de tus hijos hacia el otro progenitor.
Hazlo aunque tu pareja te haya herido. Para ellos siguen siendo sus padres/madres y no tienen la culpa de lo sucedido. La ira y la amargura continua hacia la expareja puede acabar dañando más a los menores que la propia ruptura, llegando incluso a provocar que puedan sentirse culpables de querer a uno y a otro. A la larga no te arrepentirás, sino todo lo contrario.
4. No hagas comentarios negativos ni que descalifiquen al otro progenitor.
5. No les hagas preguntas sobre tu expareja.
Les incomodarás y podrían pasar a adoptar una actitud poco comunicativa si se sienten interrogados sobre la vida de su otro progenitor. Suelen ser leales a ambos y no desean dañar a ninguno de los dos. Otra cosa es que ellos den una información de forma voluntaria. Tampoco les hagas actuar como mensajeros ni espías de tu ex.
6. Evita las discusiones y gritos en presencia de tus hijos.
Hay discusiones y gritos que pueden quedar grabadas en su memoria.
7. Déjalos totalmente al margen de cualquier tipo de lucha familiar, y no les pongas en el compromiso de tener que escoger entre ambos ni tomar decisiones que no les corresponden y les sobrepasan.
Nunca decisiones del tipo: “¿Quieres ver a papa/mama este fin de semana?” Eso no es jugar limpio ni con el menor ni con el otro progenitor, y puede que acabe sintiéndose culpable por hacer algo tan normal y natural como ver a su otro progenitor.
8. Aprende a decir NO cuando sea necesario.
Si te sientes culpable no podrás cumplir bien con tu papel de educador. Necesitan conocer sus obligaciones y dónde están sus límites. Sentirán confusión si les dejas hacer cosas que ellos saben perfectamente que no están bien. Necesitan liderazgo, e incluso a veces autoridad. No seas muy permisivo ni indeciso.
9. Déjales participar en los planes de futuro.
Cuestiones tan sencillas como el color de su nueva habitación, o que ayuden en la búsqueda de nueva vivienda. También conociendo qué decisiones hay que tomar referentes a su vida, si tienen ya una determinada edad.
10. No hagas muchos cambios.
Necesitan tener una percepción de continuidad, y dejar que el tiempo les permita acostumbrarse a los cambios. Mantén las mayores rutinas posibles. Lo necesitan. Necesitan tener cierta previsibilidad en su día a día.