En la vorágine de una ruptura, y una vez producida ésta, la parte más débil y que debería preocuparnos principalmente es la protección de los hijos menores.
En el presente post lanzo un listado de 12 formas de actuar, comportarse o proceder, con la finalidad de procurarles el menor sufrimiento posible, aunque sea a costa de que los progenitores encuentren otras formas de gestionar o canalizar sus iras y/o rencores.
1. Fomentar el respeto, el cariño y el amor de los hijos hacia el otro progenitor.
Recuerda que ha sido tu pareja, no la de tus hijos. Y lo que haya pasado entre vosotros, por muy doloroso que haya resultado para ti, no justifica ningún tipo de venganza que les incluya a ellos.
2. La relación con tu ex pareja es independiente, y debe quedar completamente al margen, de la que deben tener tus hijos con su otro progenitor. Tienes la responsabilidad y la obligación de separar ambas.
3. Está totalmente prohibido hacer comentarios negativos descalificando al otro progenitor.
La mayoría de padres afirman con rotundidad que jamás hacen esto, pero desgraciadamente mienten.
4. No les hagas a tus hijos preguntas incómodas sobre su otro progenitor, su actual pareja, o la vida privada del mismo.
Con ello sólo conseguirás incomodar a los niños.
5. Evita discutir con tu ex pareja en presencia de vuestros hijos.
Hay discusiones y gritos que pueden quedar grabadas en la memoria de los niños.
6. Deja claro a los niños que la ruptura es entre vosotros (los padres), y no con ellos.
7. Deja claro a los menores que ninguno de los dos progenitores es el culpable de la ruptura. Ni de forma directa ni indirecta.
Es algo de vital importancia para los hijos, dado que les permitirá no tener que tomar partido por ninguno de los dos, ni etiquetar a uno como bueno y al otro como malo.
8. Déjales claro que ellos tampoco son culpables de la ruptura, y que no deben tomar partido por ninguno de los dos.
9. Debe dejárseles claro también, por supuesto, que siguen teniendo un padre y una madre que les quieren, y que ello no va a cambiar.
Es muy importante asegurarles que podrán seguir viendo a ambos con regularidad pase lo que pase.
10. Hay que convencerles de que no pueden hacer nada para evitar la separación, y no alimentarles falsas esperanzas de reconciliación.
11. Te equivocas si piensas que ser buen padre es decir SI a todo.
Debes saber decir NO. Los padres deben cumplir un papel de educadores. Deben enseñar obligaciones y poner límites. Los niños necesitan liderazgo, e incluso autoridad en algunos momentos.
12. Los niños nunca deben decidir si convivirán con el padre o la madre, o con quién pasarán el fin de semana.
Son decisiones que desbordan sus posibilidades y son responsabilidad, única y exclusivamente, de los adultos que los cuidan.