Es habitual que cuando llega el fin de semana que el menor tenga que realizar la actividad extraescolar de rigor, y que cada 15 días el progenitor que no lo ha apuntado no esté por la labor de llevarlo.
La pregunta suele ser: ¿qué se puede hacer ante esto? ¿Se puede obligar a ese progenitor a llevar al niño a esa actividad?
Pues la respuesta es no, en el caso de que sea una actividad cuya realización no hayan acordado el padre y la madre.
Últimamente me han comentado que a causa de ese motivo el menor, que tiene 8 años, empieza a no querer ir con su padre… Con 8 años el niño no tiene capacidad alguna para realizar ese tipo de reflexión, y en cualquier caso no se tendrá en cuenta, y menos por un motivo así.
Seguidamente me comentaban: este fin de semana se plantea el problema. ¿Qué pasa si no se lo entrego? ¿Puede denunciarme?
Obviamente, la ley no va amparar una decisión unilateral de este tipo. Usted tiene la obligación de cumplir con las medidas fijadas en la resolución judicial, entre ellas lo dispuesto en relación al régimen de visitas.
Las cosas son así. Aunque puede ser un poco raro, e incluso traumático para el niño que sólo pueda jugar con su equipo de fútbol cada 15 días, el progenitor no custodio tiene derecho a tener otros planes, e incluso puede tener otros hijos que no le permitan cuadrar el fin de semana con según que actividades que él no ha decidido que el menor realice. También resultan chocantes casos en los que el niño va el martes a entrenar a fútbol (porque pasa la tarde con el padre), y el jueves a tenis (al estar con la madre), porque cada progenitor tiene preferencia por un deporte distinto. ¿Alguien le ha preguntado al niño a que quiere jugar o si quiere jugar a algo?
Más allá de los juzgados, bueno sería que los padres se sentaran a hablar sobre estas cosas, intentando escuchar y, en la medida de lo posible, priorizar los deseos, intereses e inquietudes del menor por encima de los suyos.