Hace pocos días en un comentario en este Blog un padre decía que a la vista de su situación lo más conveniente sería esperar a que su hija alcanzara la mayoría de edad (creo que la niña tenía sobre unos doce años), por el tema de la pensión alimenticia, dado que haciendo cálculos de lo que debería pagar “perdería calidad de vida” separándose ahora.
Me parece que no puede haber un enfoque más equivocado. No hay forma más miserable de perder calidad de vida que estando dentro de una relación que no funciona. Claro que si en algo somos buenos los humanos es en buscar excusas para no hacer aquello que nos cuesta hacer o que nos resulta incómodo de hacer, y el tema económico siempre puede ser un buen motivo al que agarrarnos para posponer un paso que sabemos que hemos de dar.
Es obvio que las cosas no están fáciles para nadie. Pero al fin y al cabo el dinero va y viene. Y si estoy bien conmigo mismo seguro que será más fácil tener una buena disposición y la actitud adecuada para tocar las teclas necesarias que hagan que una parte de ese dinero venga a mis manos. Todos tenemos virtudes y habilidades que en un mundo interconectado como el de hoy podemos ser capaces de explotar. Isra García y Carlos Bravo, te lo pueden explicar mejor que yo en los artículos que publican diariamente en sus blogs.
Tu empieza por poner tu vida en orden y no buscar más excusas para seguir con una relación que sabes que está finiquitada. Seguir ahí hace que no funciones en armonía. Lo que sientes, piensas y haces no va en la misma dirección, y así difícilmente se encuentra motivación, ilusión, ganas de trabajar y el consecuente rendimiento que te hará ir hacia arriba. Además perjudicas a los de tu alrededor. Tampoco los uses a ellos como excusa.