Desde el ámbito de la psicología, diversos investigadores (Atkinson, 2010; Austin, 2000; Kelly & Lamb, 2003; Saini, Allan-Ebron & Barnes, 2015; Warshak, 2013) han descrito criterios a tener en cuenta en casos de solicitud de traslado de menores post-ruptura, siendo bastante homogéneos entre sí.
Los criterios más relevantes propuestos por los diferentes autores han sido los siguientes:
1. En relación al menor se debe tener en cuenta:
· La edad, el estadio evolutivo y las necesidades del menor.
· El deseo del menor
· Los recursos y el temperamento del menor.
· Historia escolar
· Oportunidades educativas para el menor en el lugar de traslado.
· Probabilidad de mejorar la calidad de vida del menor.
· Estabilidad y continuidad
· Familia extensa y amigos en la localidad habitual de residencia del menor y grado de apoyo social.
2. En relación al vínculo que mantiene el menor con cada progenitor se debe tener en cuenta:
· La calidad de la relación.
· La frecuencia del contacto.
· El nivel de implicación de los progenitores en la vida del menor.
· La viabilidad de reestructurar las visitas en el nuevo destino.
· El impacto en la relación del menor con el progenitor que no se traslada
3. Respecto a la relación entre los progenitores se debe tener en cuenta:
· Existencia y nivel de conflictividad.
· Antecedentes de violencia doméstica.
· Grado en que el progenitor que solicita el traslado fomenta la relación entre el menor y el otro progenitor.
· Probabilidad de mejorar la vida del progenitor custodio y grado en que beneficiará al menor.
4. En relación a los progenitores se debe tener en cuenta:
· Razones que ofrece el progenitor que solicita trasladarse.
· Razones que ofrece el progenitor que se opone al traslado.
· Ajuste psicológico y capacidades parentales de cada progenitor. Esto es, el estado psicológico del cuidador primario o de los referentes del menor es uno de los factores más influyentes en el ajuste de los niños tras la separación, ya que la salud mental del progenitor afectará de forma directa al cuidado que ofrezcan al menor.
5. En relación al posible traslado se debe tener en cuenta:
· Distancia entre los dos hogares si se diera el traslado
· Realidad económica tras el traslado.
· En caso de traslados internacionales se deberá valorar:
a) El jet-lag por comportar un tiempo de adaptación para el menor o para el progenitor que se desplace, debiendo descontarse el mismo como tiempo de calidad, atendiendo a que la persona que realice el desplazamiento puede presentar síntomas como cansancio, irritabilidad, somnolencia… requiriendo estancias más amplias para poder tener tiempo de calidad conjunto.
b) El cambio horario que deberá ser tenido en cuenta en la propuesta de las comunicaciones entre el progenitor y el menor.
c) El cambio lingüístico que podría suponer un hándicap para el menor.
d) El tiempo de los desplazamientos puerta a puerta.
e) Forma en que debería viajar del menor en función de su edad (solo, acompañado por un familiar, acompañado por un profesional de la aerolínea…).
Los criterios serán siempre valorados en función del caso individual, sin caer en presunciones a favor o en contra del traslado. Waldron (2005) afirmó que, en ciertas circunstancias, a pesar de que el traslado pueda suponer un riesgo para el menor, los beneficios pueden ser superiores para el mismo, en supuestos en los que:
· El traslado no suponga una reducción sustancial del contacto con el progenitor que no se traslada, pudiendo incluso suponer un aumento de los contactos.
· El traslado suponga pasar a una situación de mayor soporte, al estar la familia extensa más próxima.
· El traslado suponga pasar de una situación de pobreza a una mejora socioeconómica.
· Exista un alto nivel de comunicación y cooperación entre los proge- nitores y cuenten con recursos económicos para afrontar los despla- zamientos.
· El ajuste previo del menor sea adecuado y posea un temperamento que le permita adaptarse con facilidad a nuevas situaciones (cambio de colegio, compañeros…)
· El traslado reduzca la exposición del menor a un alto conflicto interpa- rental. En casos de violencia doméstica será un factor determinante para el traslado.
· El menor cuente con suficiente edad (6-7 años) y pueda mantener vínculos afectivos con ambos progenitores a pesar del tiempo y la distancia.
Fuente del post: Solicitud de traslado de menores en situaciones de ruptura familiar: aspectos y criterios para su adecuada valoración. Revista de Derecho de Familia. Número 80. Julio – Septiembre 2018.
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