La Sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, en fecha de 28 de enero de 2016, se ocupa de un supuesto en el que tras la ruptura una madre tuvo que abandonar la vivienda alquilada en la que vivía con sus hijos para trasladarse a vivir con sus padres, al no poder atender el gasto que le suponía, concluyendo de ello el Tribunal en la sentencia de apelación que al vivir con sus padres había reducido sus necesidades y que no debía percibir importe alguno en concepto de vivienda.
La citada sentencia consideró esa valoración erronea y arbitraria, dado que no son los abuelos quienes deben procurar la asistencia de los menores, siendo ello una obligación de los progenitores en la medida de su capacidad económica.
El gasto habitacional debe incluirse entre los alimentos, valorando las partidas necesarias para procurar una vivienda digna para los hijos menores, y ello debe ser así en un supuesto como el descrito en el que la madre, por imposibilidad de pagar el alquiler del anterior domicilio familiar, se trasladó a vivir con sus padres, ya que tiene derecho a tener una vida independiente con sus hijos, sin que el hecho de que en ese momento conviva con sus progenitores exima del pago a su ex pareja.
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