El hecho de que el vehículo solo pueda estar inscrito en Tráfico a nombre de uno de los cónyuges, no significa que solo exista un propietario, ya que si se acredita mediante un contrato privado la compra por ambos les pertenecerá en copropiedad.
Asimismo, si el vehículo es propiedad de uno de ellos, el otro podrá reclamarle la cantidad que haya abonado del precio. En principio, y a diferencia de lo que sucede en el régimen de gananciales, la depreciación en el valor del bien solo perjudica a su propietario.
Imagen: Greyerbaby.
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