Si tienes decidido divorciarte, o poner fin a una relación de convivencia de hecho, lo mejor es que te busques a un abogado que te asesore personalmente. No está reñido que quieras llevar el tema de una forma amistosa y civilizada (soy el primer fan de hacerlo así), con que cada uno de vosotros busque asesoramiento con un profesional distinto, y eso no debe suponer ningún mal rollo entre vosotros, sino sólo una forma de hacer las cosas bien.
Aunque os parezca que todo está muy claro y que no es necesaria la intervención de dos abogados, puede haber algún detalle o matiz que, por ser una cuestión muy técnica, se os escape y luego pueda tener consecuencias. Es muy normal que a un ciudadano de a pie le puedan pasar por alto ciertas particularidades o flecos que sí que tenemos en cuenta los especialistas en Derecho de Familia que estamos cada día con estas cosas. Y aquí puede venir la gran pregunta: ¿y para advertirnos de algo así no puede ser suficiente con la asistencia de un profesional para los dos?
Pues la respuesta debe ser negativa porque a veces se plantean intereses contrapuestos. Los abogados lo sabemos, o deberíamos saberlo, y no creo que sea la actuación profesional más correcta el prestarse a asesorar a ambos.
Un ejemplo muy ilustrativo al que siempre acostumbro a acudir y que, aunque un poco machista, sirve para entender muy bien el sentido de este post, es el del matrimonio en el que el marido es de una edad avanzada pero de mucho poder económico, y la esposa es una joven y atractiva mujer. Ambos quieren divorciarse y están de acuerdo en que él debe pasarle una pensión compensatoria, pero resulta obvio que si cada uno va a un letrado distinto recibirán un consejo diferente sobre como pagar y cobrar, según el caso, dicha pensión. Al señor le convendrá efectuar el pago en forma de pensión (un importe determinado mes a mes), dado que de esa forma en el momento en el que ella vuelva a tener una nueva pareja la pensión se extinguirá, y a ella le convendrá mucho más cobrar el importe de esa pensión compensatoria en forma de capital. Es decir, en un solo pago. De forma que podría rehacer su vida posteriormente ya con todo el dinero en el bolsillo.
Dos abogados es hacer las cosas bien, y hacer las cosas bien no debe evitar separación amistosa.
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