La Sentencia dictada por la Sección 12ª de la Audiencia Provincial de Barcelona, en fecha de 28 de julio de 2015, deja claro que tras una ruptura, el seguir ejerciendo de padre y madre precisa de un esfuerzo para una organización adecuada de tiempos y tareas. El diálogo y la flexibilidad deben predominar por parte de ambos progenitores con el fin de que los hijos puedan realizar sus tareas escolares, actividades lúdicas e incluso terapias en los días que corresponda estén con uno u otro progenitor.
Es el argumento esgrimido por el Tribunal para desestimar la pretensión de una madre de reducir las estancias con el padre, suprimiendo los dos días intersemanales con pernocta, determinadas en primera instancia, en base a que a su entender el resultado estaba siendo un completo desorden para los niños. La citada sentencia considera esa valoración puramente subjetiva y la desestima al no existir dato objetivo alguno que acredite que permanecer con el padre dos días por semana constituya un perjuicio para los hijos.
La necesidad de mantener la vinculación de los hijos con el padre es un derecho de los hijos que no puede reducirse por comodidad en la realización cotidiana de las actividades. El divorcio es de los miembros de la pareja pero no de los padres con los hijos. Además, mantener la más amplia relación con ambos progenitores puede aportar a los hijos dos referentes distintos e igual de válidos, considerando ello la doctrina psicológica un valor para el mejor desarrollo emocional y equilibrio madurativo de los menores.
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