Existe libertad de pacto en relación a la pensión compensatoria, incluyendo la posibilidad de renunciar a la misma.
Esa libertad de pacto sólo está limitada por la ley, la moral y el orden público (artículo 1.255 del Código Civil), y cabe perfectamente excluir como causa de extinción de la pensión compensatoria pactada la convivencia con una nueva pareja, dado que lo contrario atentaría contra la seguridad jurídica contractual.
El hecho de que en un anterior proceso de separación se hubiese reconocido el derecho a pensión compensatoria a favor de uno de los cónyuges , no impide que en un posterior proceso de divorcio pueda declararse extinguida la misma si se demuestra la concurrencia del nuevo matrimonio o la convivencia marital con otra persona de quien la cobra. No obstante, si la pensión se ha fijado por los esposos de común acuerdo en convenio regulador, predominará lo pactado al ser la pensión compensatoria un derecho disponible por la parte a quien pueda afectar.
Es por ello que la Sentencia dictada por el Tribunal Supremo, en fecha de 11 de diciembre de 2015, considera que no debe extinguirse la pensión compensatoria pactada entre las partes en un anterior proceso de separación, dado que el acuerdo excluye como causa de extinción la convivencia marital del beneficiario con otra persona aunque no lo recoja de forma expresa, atendiendo a que antes y después del convenio regulador ya existía esa situación de convivencia de la esposa con otra persona, de la que además estaba embarazada. En consecuencia, el esposo se obligó al abono de la pensión por un periodo de diez años conociendo esa circunstancia.
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