Un gasto fijo mensual de 300 euros en canguro, la asistencia a un gimnasio cuyo coste es de 138 euros mensuales, un viaje a Holanda y un crucero en los últimos tiempos junto a su familia, y el mantenimiento de los gastos de un coche y una moto de su titularidad, sin que exista prueba alguna de que todo ello sea afrontado por terceras personas, resultan elementos determinantes para no extinguir ni reducir una pensión alimenticia de 180 euros por hijo fijada en primera instancia a cargo de una madre (Sentencia dictada por la Sección 12ª de la Audiencia Provincial de Barcelona, en fecha de 2 de abril de 2014).
Y todo ello a pesar de encontrarse en el paro y haber finalizado el cobro del subsidio de 426 euros mensuales. Los datos del primer párrafo evidencian un nivel de vida que responde a una capacidad económica superior a la manifestada, reconociendo tener proyectos laborales concretos en el ámbito empresarial y de la docencia, y siendo una persona profesionalmente preparada y con experiencia laboral en cargos de dirección general.
La obligación de dar alimentos a los hijos es una de las de mayor contenido ético de nuestro ordenamiento jurídico, alcanzando rango constitucional conforme establece el artículo 39 de la Constitución Española. Forma parte del contenido ineludible de la potestad parental (artículo 236 – 17 del Codi Civil de catalunya), y la exención de su pago para los hijos menores sólo se contempla cuando el obligado tiene la condición de discapacitado, salvo que sus posibilidades excedan sus necesidades futuras.
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