La diferencia no sólo está en los sueldos, ni se acaba todo en la violencia de género. El machismo impregna prácticamente cualquier detalle del día a día, y la mayoría de ellos están indignantemente normalizados.
Por ejemplo los hombres vamos muy tranquilos a cualquier hora de la madrugada por la calle, e igual por eso no nos paramos a pensar lo que significa para una mujer.
Dejo dos interesantes vídeos sobre ejemplos de esos micromachismos.
Artículos relacionados:
1. El Hombre Como Víctima Del Machismo.
2. ¿Y Si Por Un Momento Le Damos La Vuelta A La Tortilla?
3. 48 Ellas y 48 Ellos.
4. La Osadía De Ser Mujer.
5. El Maltrato, Cosa De Hombres.